Seguramente, más de una vez te hayas preguntado qué diferencias existen entre hibernar suspender o apagar tu equipo informático y cuál de ellas es lo más recomendable hacer.
En realidad, existen opiniones para todos los gustos y, por qué no, mitos sobre cada una de las opciones.
En el post de hoy vamos a revisar lo que significa cada una de las opciones para que tú mismo puedas decidir sobre qué hacer en cada momento.
La diferencia entre Hibernar y Suspender
Seguramente todos tenemos claro lo que significa apagar el ordenador. El proceso de apagado elimina todo el contenido que hay en memoria y en ficheros temporales y produce un corte de consumo de energía, con lo cual lo que no se ha guardado previamente se pierde.
Sobre Hibernar y Suspender hay ciertas diferencias. La primera de ellas es que la hibernación se concibió para ser utilizada por ordenadores portátiles.
En ambos casos se produce una interrupción de la sesión abierta para permitir que posteriormente se pueda iniciar la misma tal y como se dejó y sin pérdida de datos.
La diferencia radica en la forma de hacerlo que produce que el arranque posterior sea más o menos rápido.
Si decidimos usar la opción de Suspender, nuestro equipo almacenará la información de la sesión en la memoria RAM del mismo. Esto es, que los trabajaos que estén abiertos se guardarán, así como la configuración de la memoria.
En este modo, el equipo no se apaga, sino que pasa a un estado de bajo consumo que le permite que el contenido de la memoria RAM no se pierda y, en el momento de reanudar la sesión, esto de haga de la forma más rápida posible.
Microsoft describe este modo como poner en pausa a nuestro ordenador. Más concretamente lo compara con poner en pausa una reproducción de DVD o de música, en la que se para la reproducción, pero en cuanto vuelves a pulsar el play, sigue adelante.
Sin embargo, si decidimos usa la opción de Hibernar, la cosa cambia un poco. En el caso de elegir este modo, el equipo guarda en el disco duro todos los documentos abiertos, así como los programas en ejecución con la situación del momento en que hibernamos, y el equipo se apaga, por lo que no hay consumo de energía.
Al arrancar de nuevo, se recupera la información de la sesión guardada en disco y el arranque es más rápido que iniciar desde cero, pero más lento que reanudar una sesión que estaba en modo suspensión.
¿Es seguro hibernar o suspender el equipo?
Ante esta cuestión la respuesta es clara: si, lo es.
No hay ningún motivo para que hoy en día sea necesario reiniciar el equipo cada día. Los equipos actuales están diseñados para trabajar de forma continua y las últimas versiones de sistema operativo facilitan que el usuario no tenga que iniciar diariamente el ordenador y esperar a que se pueda entrar en sesión y abrir los programas necesarios para ponerse a trabajar.
Si nos fijamos, los portátiles, salvo que cambiemos la configuración, ya entran en modo suspensión si se cierra la tapa del mismo.
Es más, podemos afirmar que suspender o hibernar el equipo es mucho más cómodo que apagarlo pues no debemos hacer nada más seleccionar si queremos que hiberne o se suspenda la sesión, mientras que, para apagar, deberemos guardar todos los trabajos abiertos para que estos no se pierdan.
¿Cuándo es recomendable suspender o hibernar el ordenador?
Las dos opciones son válidas para el día a día, pero ambas tienen pequeñas diferencias que hacen que sea más adecuada una opción u otra en diferentes situaciones.
Por ejemplo, si tenemos el equipo encendido y tenemos previsto ir a comer o dejar de usarlo por un periodo relativamente corto, quizás nos sea más conveniente suspender el equipo, porque de esta forma la reanudación será muy rápida, aunque sigamos consumiendo un poco de energía para mantener este modo de pausa del equipo.
Sin embargo, si dejamos de trabajar con el equipo para continuar al día siguiente, probablemente la hibernación sea la opción más recomendable. Todo quedará guardado en el disco a la espera de volver a trabajar, no se consumirá energía y nos permitirá un arranque más rápido que un arranque limpio desde cero.
En ambos casos, al darle al botón de encendido, tendremos una rápida reanudación de la sesión.
¿Cuándo es recomendable apagar el ordenador?
Apagar el ordenador totalmente es una buena opción cuando tenemos previsto no usarlo durante un periodo de tiempo relativamente largo, que pueden ser más de dos días.
Fuera de esta situación, no existe ningún motivo especial para apagarlo completamente. Sí que es sin embargo conveniente hacer algún reinicio del equipo si llevamos mucho tiempo sin apagarlo para que libere memoria o ficheros temporales que hayan podido quedarse enganchados.
Como conclusión, yo os diría que cada uno puede elegir la opción que más le convenga, teniendo claro que no existe ningún motivo hoy en día que nos fuerce a tener que apagar el ordenador.
Valoremos si queremos reiniciar rápidamente o preferimos hacerlo más lento y no consumir energía, y en base a esto, podremos elegir una de las tres opciones.
Ahora que ya has visto las diferencias, ¿qué piensas hacer a partir de ahora con tu ordenador cuando no lo estés usando?